29 de febrero de 2012


- ¿Quién es sabio?- Aquel que encuentra siempre algo que aprender de los otros –
- ¿Quién es fuerte?- El hombre que es capaz de dominarse a sí mismo.
- ¿Quién es rico?- El que conoce el tesoro que tiene: sus días y sus horas de vida,
que pueden modificar todo lo que sucede a su alrededor.
- ¿Quién merece respeto?- Quien se respeta a sí mismo y a su prójimo.
- Todo esto son cosas obvias – comentó uno de los presentes.
- Por eso son tan difíciles de ser observadas
Cuentos de Paulo Coelho.

28 de febrero de 2012

Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión....

Espero que os guste...

RESPIRA Y EXHALA DE LUCIE SILVAS

Como mańana es hoy 
Respirar en la vida y exhala 
No es tanto tiempo para esperar 
Respirar en la vida y exhala 
Limpie el polvo de tu dulce sonrisa 
Una respiración en la vida 
Respirar en la vida y exhala 
Ooh, ooh, no, sí, sí, sí 
Respirar en la vida y exhala 
Y no es tanto tiempo para esperar 
Respirar en la vida y exhala 
Limpie el polvo de tu dulce sonrisa 
Una respiración en la vida 
Ooh, ohh, no, oh, ooh ohh 
Y respirar en la vida 
Oh, oh 
Y respirar en la vida.
Siento que te estoy arrastrando por una calle de sentido único 
No sé qué formas hasta 
Todo lo que pido de ustedes es estar en los pies 
Esto debería ser suficiente 
Si nos mantenemos en todo esto nos puede pasar 
Podríamos darnos por vencidos, y nunca intentar siquiera 

Para respirar en la vida y exhala 
Como mańana es hoy 
Respirar en la vida y exhala 
No es tanto tiempo para esperar 
Respirar en la vida y exhala 
Limpie el polvo de tu dulce sonrisa 
Una respiración en la vida 

Sólo quiero algo real que puede tener en 
Yo creo que es cerca de 
La vida es demasiado corta para conocer la verdad 
Tal vez sea ya escuchar 
Podríamos arrojar al fuego 
Podríamos darnos por vencidos y nunca intentar siquiera 

Para respirar en la vida y exhala 
Como mańana es hoy 
Respirar en la vida y exhala 
No es tanto tiempo para esperar 
Respirar en la vida y exhala 
Limpie el polvo de tu dulce sonrisa 
Y respirar en la vida. 


Estamos persiguiendo algo que hemos sońado 
(No siempre está fuera de su alcance) 
Nunca es muy lejos de nosotros 
(Porque creo que) 



27 de febrero de 2012

Alas

No hemos olvidado de ser Felices, o por
lo menos de lo que hay que hacer para
serlo. Hemos aceptado que la Felicidad
reside en lo material. En tener. Tener
una casa de diseño, un coche de lujo,
un ordenador de última generación,
una tele de cine...nos hemos olvidado
que cuánto más tienes, más esclavo
eres de lo que tienes. Y de lo Felices
que somos cuando alguien nos dice
que nos aprecia, cuando nos sentimos
queridos, aceptados, de lo bien que uno
se siente después de hacer el amor,
o de pasar una tarde charlando con
un colega, aunque no sea de nada
importante.
No hay que esforzarse mucho para
sentirse mejor, pero parece que ya
no nos acordemos de cómo se hace.
Pau Donés

24 de febrero de 2012

Retazos...

¿ Has tenido alguna vez la tentación de VIVIR? y no digo vivir
como quién dice: "La vida es así"; me refiero a VIVIR con letras
mayúsculas más allá de la rutina del "qué le vamos a hacer".
No quiero pasar por el mundo de puntillas-mañana, tarde, noche,
mañana; de lunes a viernes, pero sábado fiesta; comer, beber,
trabajar, dormir-(...)
Por si me quieres acompañar, te repetiré la pregunta: ¿Has tenido alguna vez la tentación de VIVIR?

23 de febrero de 2012

Kissing

Besarse desencadena una serie de órdenes que son enviadas al cerebro produciendo dilatación pupilar, respiración más profunda, un embelesamiento que anula a la razón, suprimiendo la prudencia y conciencia de uno mismo. Todo esto sucede sin que nos percatemos. Tal como dijo el premio Nobel Maurice Maeterlinck: "Hay cosas que no pueden decirse sino besando... Porque las cosas más profundas y las más puras quizá no salgan del alma si no las llama un beso"



El amigo...

Al igual que el enamorado, el amigo no espera ninguna recompensa por sus sentimientos. No espera ningún galardón, no idealiza a la persona que ha escogido como amiga, ya que conoce sus defectos y la acepta así, con todas sus consecuencias. Esto sería el ideal. Ahora hace falta saber si vale la pena vivir, si vale la pena ser hombre sin un ideal así. Y si un amigo nuestro se equivoca, si resulta que no es un amigo de verdad, ¿Podemos echarle la culpa por ello, por su carácter, por sus debilidades? ¿Qué valor tiene una amistad si sólo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad, su firmeza?
Sandor Marai.


Ella y yo hacíamos el amor diariamente.
En otras palabras,
los lunes, martes y los miércoles
hacíamos el amor invariablemente…
Los jueves, los viernes y los sábados,
hacíamos el amor igualmente…
Por último los domingos
hacíamos el amor religiosamente.
Hacíamos el amor compulsivamente.
Lo hacíamos deliberadamente.
Lo hacíamos espontáneamente.

Hacíamos el amor por compatibilidad de caracteres,
por favor, por supuesto, por teléfono,
de primera intención y en última instancia,
por no dejar y por si acaso,
como primera medida y como último recurso.
Hicimos el amor por ósmosis y por simbiosis:
y a eso le llamábamos hacer el amor científicamente.
Pero también hicimos el amor yo a ella y ella a mí:
es decir, recíprocamente.

Y cuando ella se quedaba a la mitad de un orgasmo y yo,
con el miembro convertido en un músculo fláccido
no podía llenarla,
entonces hacíamos el amor lastimosamente.
Lo cual no tiene nada que ver con las veces
en que yo me imaginaba que no iba a poder,
y no podía,
y ella pensaba que no iba a sentir, y no sentía,
o bien estábamos tan cansados
y tan preocupados que
ninguno de los dos alcanzaba el orgasmo.

Decíamos entonces que habíamos hecho el amor
aproximadamente.
Muchas veces hicimos el amor contra natura,
a favor de natura,
ignorando a natura.

O de noche con la luz encendida,
o de día con los ojos cerrados.
O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia.
O viceversa.
Contentos, felices, dolientes, amargados.
Con remordimiento y sin sentido.
Con sueño y con frío.
Y cuando estábamos conscientes de lo absurdo de la vida,
y de que un día nos olvidaríamos el uno del otro,
entonces hacíamos el amor inútilmente.

Para envidia de nuestros amigos y enemigos,
hacíamos el amor ilimitadamente, magistralmente,
legendariamente.
Para honra de nuestros padres,
hacíamos el amor moralmente.
Para escándalo de la sociedad,
hacíamos el amor ilegalmente.
Para alegría de los psiquiatras,
hacíamos el amor sintomáticamente.

Hacíamos el amor físicamente,
de pie y cantando,
de rodillas y rezando,
acostados y soñando.
Y sobre todo,
y por la simple razón
de que yo la quería así
y ella también...
hacíamos el amor… voluntariamente.

Fernando del Paso.

Un día de Walt Disney...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar...decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas... Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney
En una brillante fábula sobre el tiempo, Michael Ende
retrató en Momo esta relación insana que mantenemos
con el compás de la vida:
Momo recorrió con una mirada la sala y preguntó:
-Para eso tienes tantos relojes, ¿no?
¿Uno para cada hombre?.
-No Momo. Esos relojes no son más que afición mía.
Solo son reproducciones imperfectas de algo que
todo hombre lleva en su pecho. Porque al igual,
que tenéis ojos para ver la luz, oídos para oir los
sonidos, tenéis un corazón para percibir, con él,
el tiempo. Y todo tiempo que no se percibe con
el corazón está tan perdido como los colores del
arcoiris para un ciego o el canto de un pájaro para
un sordo. Pero, por desgracia, hay corazones ciegos
y sordos que no perciben nada, a pesar de latir.

Por lo tanto, en lugar de contar los latidos de nuestro
corazón, las horas los días que tenemos que hacer
esto o aquello, haríamos bien en comprobar que late
por la causa adecuada y a nuestro ritmo.

No sé...





No sé...si la vida es corta o demasiado larga para nosostros, más se que nada de lo que vivimos tiene sentido, si no tocamos el corazón de las personas.
Muchas veces basta ser: Mimo que abraza, brazo que envuelve, palabra que conforta, silencio que respeta, alegría que contagia, lágrima que corre, mirada que acaricia, deseo que sacia, amor que promueve.
Y eso no es cosa del otro mundo, es lo que da sentido a la vida. Es lo que hace que ella no sea ni corta, ni demasiado larga, sino que sea intensa, verdadera, pura, mientras dura. ¡Feliz aquel que transfiere lo que sabe y aprende lo que enseña!