10 de julio de 2011


Déjame que el enlace de dos almas fieles
No admita impedimentos. 
No es amor el amor,
Que cambia cuando un cambio encuentra,
 O que se adapta con el distanciamiento a distanciarse.
¡Oh, no!, es un faro eternamente fijo
que desafía a las tempestades sin nunca estremecerse;

es la estrella para todo barco sin rumbo, 
 cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.
No es amor bufón del Tiempo, aunque los rosados labios

Y mejillas corva guadaña sigan:
El amor no varía con sus breves horas y semanas,
Sino que se afianza incluso hasta en el borde del abismo. 

Si esto es erróneo y se me puede probar,
Yo nunca nada escribí, ni nadie nunca amó.
 
                                         
     Soneto 116 William Shakespeare