18 de enero de 2017

Dolor...

Dolor, aparece en todas sus formas. Una pequeña punzada, un poco de dolor muscular, el gran dolor, el dolor con el que vivimos todos los dias... Luego está ese dolor que no puedes ignorar. Un nivel tan alto de dolor que bloquea todo lo demás; hace que el resto de tu mundo desaparezca hasta que podamos pensar lo mucho que nos duele. Como controlemos el dolor, depende de nosotros. Dolor. Lo anestesiamos, lo echamos, lo abrazamos, lo ignoramos... Dolor, no puedes echarlo, tienes que esperar a que se vaya por su propio pie, esperar que la herida que lo produce se cure. No hay soluciones, no hay respuestas fáciles. Solo puedes respirar hondo y esperar a que desaparezca. La mayoría de las veces el dolor se puede controlar, pero en ocasiones el dolor te ataca cuando menos te lo esperas, te pega justo donde no quieres y no te suelta. Dolor eres inevitable pero, sufrimiento eres opcional.
¡Suéltalo cuando estés preparado!.
"Y aunque parezca mentira, después del dolor, nadie vuelve a ser quien era, se vuelve más fuerte, más valiente, más resistente"

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