2 de mayo de 2013

San Andrés de Teixido






















La primera vez que fui a San Andrés de Teixido, era muy pequeña, mi padre me dijo que era muy importante ir, porque :“vai de morto quen non foi de vivo “(va de muerto quien no fue de vivo).
Ir a Cedeira era una norma para ver a mis padrinos y siempre tocaba subir hasta San Andrés.
Pero al cabo de los años, se convertiría más especial ir allí, sólo hay unas casas abrigando la ermita y de hecho hasta unas cuántas décadas, no se dormía allí, sólo se iba a la romería . Norma: “Mira el suelo no vayas a pisar a algún bicho, me decía mi madre, es un alma que viene a ver a San Andrés”. Allí te encuentras una pequeña ermita donde está el santo. Los preciosos acantilados, desde el cabo de Ortegal y los caballos sueltos por los prados.
La historia cuenta que San Andrés le preguntó, a Dios  por qué tan perdido del mundo, cuando a Santiago seguramente lo visitarían más y él se quedaría sin que lo visitaran.
De ahí la leyenda con frase que me repetía mi padre cuando subíamos montaña arriba.
Pero este lugar, es más antiguo, era el Finis Terrae, “El fin del mundo”.
Hay leyendas alrededor de este lugar, de el Dios sol, Dioses paganos, mucha mitología, pero, sobre todo para mí sin duda cuando estoy en San Andrés de Teixido entiendo porque se me eriza la piel y siento una energía bestial, una paz inmensa, ver los acantilados, cerrar los ojos y notar el aire que te da en la cara, sentir que estás viva y es, por la energía del lugar de los penitentes buscando milagros, es porque se respira la fe, la compasión, la esperanza… un lugar de mis rincones favoritos de Galicia. Espero volver pronto alí…
Ah! Si vas, no olvides comprar las figuritas de las migas de pan y aceptar la “herba de namorar”
En fin, este lugar está lleno de historias y leyendas nadie se puede negar a lo que te ofrecen las señoras con tanto cariño y una sonrisa, pero, sobre todo siente la magia…


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