El hijo de Pilar y Daniel Weinberg fue bautizado en la costanera.
Y en el bautismo le enseñaron lo sagrado.
Recibió una caracola:
-Para que aprendas a amar el agua.
Abrieron la jaula de un pájaro preso:
-Para que aprendas a amar el aire.
Le dieron una flor de malvón:
-Para que aprendas a amar la tierra.
Y también le dieron una botella cerrada:
-No la abras nunca, nunca.
-Para que aprendas a amar el agua.
Abrieron la jaula de un pájaro preso:
-Para que aprendas a amar el aire.
Le dieron una flor de malvón:
-Para que aprendas a amar la tierra.
Y también le dieron una botella cerrada:
-No la abras nunca, nunca.
Para que aprendas a amar el misterio.
Eduardo Galeano.
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